martes, 11 de enero de 2011

Paseo por Toledo


Llevo paseando Toledo unos días y hoy me encuentro en una librería y con un libro que habla de Al-Mamun, rey de Taifa en esta ciudad del siglo XI. 
Según voy leyendo comienzo a recrear los momentos y los lugares que recorrió este rey y consigo imaginar lo que fue Toledo en su esplendor. Este rey acogió a Alfonso VI cuando fue derrocado del trono del reino de León por su hermano Sancho II; su amistad fue tan grande que siempre fueron aliados, incluso su mujer, Zaida, se convirtió al cristianismo para casarse, una vez muerto Al -Mamun, con Alfonso VI. El rey musulmán fue un gran amante de la ciencia, llevó a Toledo a grandes científicos que tradujeron, en la Escuela de Traductores, grandes obras de astronomía y alquimia. Tuvo especial interés por la observación de los astros que miraba cada noche desde su observatorio donde veía brillar a Aldebarán, Rigel, Alhabor,Albatiya…
En Toledo habían florecido la ciencia y la filosofía. Los grandes conocimientos en teología, medicina, ingeniería que atesoraban los musulmanes andalusíes se difunden abriendo nuevos campos del saber. 
Logro visualizar un mercado donde la gente se afana en vender sus mercancías, cántaros para vino, tinajas de aceite, carnes en salazón, frascos con plantas medicinales…Siempre me han interesado los remedios naturales y he conseguido saber algo sobre ellos. Los remedios en Al Andalus se basaban en la cantidad de plantas catalogadas ya por los antiguos griegos, Galeno, Discórides,… que fueron utilizadas por grandes médicos andalusíes como Al Kasim, que utilizó las plantas como desinfectantes en las heridas de guerra, Ibn Yulyul, autor de un tratado de plantas medicinales  que no estaban incluidas en la obra de Discórides así como de una obra donde se reflejan los errores más comunes cometidos por los médicos.
Mientras pienso esto recuerdo que mi hijo Samuel me habló de un mercado de plantas en la calle Cárcel Baja, al lado izquierdo de la Catedral, que visitó cuando estuvo en Granada. Allí pudo comprar algunas que yo no conocía.
Recuerdo algunas de ellas:

Acedera: Propiedades contra hemorroides y resaca. Se usa como laxante.


Achicoria: Como medicamento Al Kasim la utilizaba para provocar el “menstruo” teniendo además propiedades diuréticas. 

 
Algarroba: Al-Zahrawi (Al Kasim) lo describe como un medicamento en polvo de algarrobo, y sería utilizado para el vómito y la distensión de estómago. Como remedio caliente lo cita contra las hemorragias. Otra cosa curiosa de las semillas de algarrobo es que, casi todas tienen el mismo tamaño (se diferencian en mg),y eran utilizadas por los árabes como medida de masa llamada quirat; de ahí derivó el nombre de quilate que se utiliza como medida de pureza de piedras preciosas y gemas.


Borraja: Ibn Yulyul la describe como beneficiosa para las palpitaciones, Al Yuzi como medicamento para las encías y el afta. En la medicina actual se ha conservado su aplicación para las palpitaciones del corazón y como regulador del tránsito intestinal.

  
Jengibre: Como medicamento compuesto es beneficioso para la incontinencia de orina. Ibn Yazzar considera el jengibre seco, como medicamento beneficioso para el frío y la debilidad del estómago, la indigestión y el reflujo ácido y que elimina los gases del estómago del vientre. La Medicina actual lo utiliza igualmente contra las náuseas y vómitos, problemas estomacales y gases del estómago y vientre. 

Llantén o Plantago: La semilla del llantén frita sirve como medicamento para cortar la hemorragia.

Ishaq Bin Imran lo describe como medicamento para la diarrea .En la medicina actual se utiliza tanto para cortar las hemorragias como para las diarreas.


Mirra: Al-Zahrawi  lo cita formando parte de un preparado en polvos medicinales astringentes que fortalecen el hígado abriendo su obstrucción y beneficiando la hidropesía.
Dioscórides ya lo utilizaba mezclado con uva machacada, miel, azafrán y aceite esencial de rosa, contra la sarna ulcerada en su comienzo. Beneficia la encía y las úlceras malignas en los órganos sexuales.
En la actualidad se aplica a las úlceras en general.

Esta última planta me recuerda la leyenda del árbol de dónde se extrae, árbol de la mirra
que un día se abombó, se agrietó y crujió, dando luz a un niño, admirado incluso por Envidia, llamado Adonis, símbolo de la masculinidad y belleza.
  Nacimiento de Adonis- Marcantonio Franceschini
Adonis murió asesinado por un jabalí, enviado por Ares, dios de la guerra, pues se sentía celoso de él porque pasaba mucho tiempo con la diosa Afrodita, amante del dios.
 
Muerte de Adonis- Luca Giordano
Sigo paseando y leyendo, me adentro más y más en mis orígenes y voy descubriendo que las culturas en  Al-Andalus eran extremadamente ricas en sabiduría, en descubrimientos y en aportaciones al mundo actual. Estoy fascinada con ello y mi aprendizaje me ayudará a entender esa convivencia que fue posible.
Continúo con mi paseo y me sorprendo con los escaparates de una pastelería donde se expone el típico dulce de Toledo, el mazapán.

El primer lugar donde se habla de él es en las Mil y una noches, donde se cita este manjar para poder soportar los ayunos del Ramadán.
El origen del mazapán se atribuye al término árabe “mantha-ban”, que quiere decir “rey sentado”, ya que los primeros mazapanes que se conocen en España llevan impresa esta figura, detalle que se adjudica al mestizaje arábigo-español, porque en la cultura islámica no se permitían, por lo general, representaciones de figuras humanas ni animales. El hecho de que un rey sentado aparezca en el escudo heráldico de Toledo establece una vinculación entre la ciudad y los primeros mazapanes.


Por otra parte, también de origen árabe, el vocablo “mahsaban” designa los dulces hechos a base de almendras y otros frutos secos.
En la historia del mazapán se confunde la imaginación y la realidad. El mazapán arrastra multitud de historias y leyendas. En Toledo, la leyenda cuenta que el mazapán lo “inventaron” las monjas de San Clemente, cuando la ciudad se hallaba sitiada por los árabes y había una gran necesidad tras la batalla de las Navas de Tolosa en 1212. Las monjas para lograr alimento hicieron en un almirez y a golpe de maza una pasta con las materias primas de las que disponían –almendra cruda y azúcar-. A esta masa cocida en el horno, que sirvió de alimento a los sitiados, la denominaron “Pan de Maza”.
En el Hospital de Santiago de Toledo se recetaba a los enfermos un alimento que su preparación llevaba pechuga de gallina deshecha mezclada con almendra y azúcar que se supone que era una variante del mazapán.

Actualmente este manjar parece quedar circunscrito a las festividades navideñas, pero no siempre fue así, Lope de Vega decía que también se tomaba en los "dos sanjuanes".
Una de las figuras que se usaban para el mazapán es la anguila. Aquí se aúna la belleza de la “escultura” del dulce con la creatividad de los maestros reposteros y la anécdota histórica.
Según parece, el motivo oculto de la elaboración de mazapanes en forma de anguilas, se debía al interés de las autoridades cristianas de los siglos XV-XVI de descubrir a los judíos y falsos conversos ocultos.
En 1492 los Reyes Católicos decretaron la expulsión total de nosotros los sefardíes de España, pudiendo quedarse solo si se convertían al Cristianismo. Muchos emigraron en una nueva diáspora, pero otros se quedaron, convirtiéndose en cristianos; sobre ellos, no obstante, pesaría siempre la sombra de la sospecha de “falsa conversión”. La anguila es un animal tabú en nuestra religión, comida prohibida para los hebreos por su similitud con las serpientes. Por eso, dándole tal forma al mazapán, y viendo quién lo comía con agrado y quién lo rechazaba, los cristianos viejos esperaban identificar a los falsos conversos, que, aparentando ser cristianos, en realidad seguían siendo judíos de corazón aunque secretamente.


Pregunté la receta para realizar este manjar tan exquisito y esta es la que me proporcionaron:
 
Receta para hacer figuritas de Mazapán

Ingredientes (para 3 personas)
  • 300 gramos de almendras molidas.
  • 300 gramos de azúcar glasé.
  • 2 cucharadas de agua.
  • 1 clara de huevo.
Opcional (ralladura de medio limón y canela molida)
Elaboración:
En un recipiente hondo colocamos las almendras con el azúcar y las dos cucharadas de agua.
Opcionalmente le añadimos la canela y la ralladura de limón. Amasamos con las manos toda la mezcla durante bastante tiempo hasta conseguir una masa uniforme.
Esta masa la dejamos reposar durante un par de horas en lugar fresco.
Pasado este tiempo, hacemos figuritas y las colocamos en una placa de horno. En un cuenco colocamos la clara de huevo y con una batidora de varillas montamos la clara a punto de nieve.
Posteriormente con un pincel de pastelería o un pincel nuevo, pintamos las figuras con la clara.
Una vez terminadas, introducimos la placa en el horno durante unos 2 minutos a 200 0C de temperatura, hasta que se dore la superficie. Sacamos del horno y dejamos que se enfríen.
Sigo pensando que la herencia que impregnó a esta tierra nos llevará a conocer grandes descubrimientos, grandes obras. Cada día estoy más feliz por haber hecho este largo viaje.

domingo, 2 de enero de 2011

Mozárabes, su arte y expresión


Voy llegando a España y hago una reflexión sobre la mezcla de culturas y la convivencia que se desarrolla en el encuentro de distintas costumbres y valores.
Recuerdo la presencia de los mozárabes y lo que aportaron a la cultura de España.
El mundo mozárabe  tiene su origen en los hispano-visigodos que al  afianzarse la conquista de la Península los musulmanes, viéndose  sometidos ,reaccionaron de diferentes formas: muchos se convirtieron al Islam y se asimilaron a los musulmanes con relativa facilidad; otros, los mozárabes, se mantuvieron fieles al cristianismo, y formaron una comunidad aparte dentro de Al- Ándalus, tuvieron su propia administración municipal y judicial y conservaron las antiguas jerarquías eclesiásticas, de las que subsistieron tres sedes metropolitanas en Toledo, Sevilla y Mérida.
Los mozárabes tuvieron su propia cultura elaborada a base de tradiciones hispano-visigóticas, arraigadas de una manera firme  aunque tuvieron influencias de la nueva civilización hispano-musulmana, con la que tuvieron que convivir y sobre la cual ejercieron a su vez una influencia sin duda importante.
La supervivencia no fue fácil para los mozárabes.
La tolerancia de las autoridades musulmanas era  bastante limitada y sufriendo muchas  presiones, a veces  indirectas para lograr su conversión, pero cada vez más fuertes.
Siempre tuve una especial consideración hacia  la cultura mozárabe, sobre todo por la reacción heroica que tuvieron a mediados del siglo IX
Muchos emigraron hacia los reinos cristianos del Norte y contribuyeron poderosamente a la repoblación del valle del Duero.

Los mozárabes desarrollaron un arte peculiar, del que arquitectura y miniatura constituyen los capítulos principales y casi únicos. Continuaron las tradiciones del arte visigodo, al igual que el arte asturiano, pero los mozárabes dejaron que penetrase en ellos la maravilla del arte califal que dejaría una huella esencial para distinguir su arte en el panorama mundial, siendo una exclusividad en la Historia del Arte.

 Elemento fundamental de la arquitectura mozárabe es el arco de herradura con características califales muy acusadas.
Me consta que por Andalucía y Levante se desarrolló el primer arte mozárabe, pero no queda nada debido a la persecución y afán destructor que ejerció Almanzor en el siglo X
Si es interesante que durante el siglo X el arte mozárabe conviviera con el cristianismo en el reino de León; y a finales de este siglo y en el siguiente fue suplantado  para ser a su vez sustituido, en la centuria siguiente, por el románico.
 Una de las iglesias mozárabes más antiguas, de planta de cruz griega, es Santa María de Melque, próxima a Toledo, hacia donde me dirijo.
 Pero si algo puede resultar apasionante y que puede llenar de color la imagen de esta cultura es la miniatura mozárabe que  constituye uno de los capítulos más originales del arte prerrománico español.
Miniatura de la Biblia de San Isidoro de Leónhttp://www.bisbymac.com/index21.htm
Todo el conocimiento que tengo sobre el arte mozárabe se lo debo a María, una estudiante de Historia del Arte que me transmitió el especial interés de esta cultura y sobre todo el colorido y la viveza de sus miniaturas.  



La miniatura tiene su momento de plenitud en el siglo X  
Es indudable que muchos de los ejemplares conservados no fueron realizados por artistas propiamente mozárabes sino, sencillamente, por monjes de la España Cristiana. Pero, por su estilo y espiritualidad son fiel reflejo del influjo mozárabe que se desarrolló a lo largo del siglo X en los reinos del Norte peninsular y de aquí que la designación de "mozárabe" sea oportuna.
Muchos de sus rasgos artísticos son efectivamente de origen musulmán; así el arco de herradura que se utiliza sistemáticamente, la indumentaria o el mobiliario y los motivos ornamentales, tales como el ataurique, son de clara raigambre hispano-musulmana. Aunque más escasos en número no faltan, sin embargo, los motivos septentrionales: entrelazos o temas zoomórficos de procedencia carolingia o irlandesa.

La técnica empleada en su ejecución es la aguada, procedimiento parecido a la acuarela, a base de colores espesos diluidos en agua o cola.

 El dibujo es sencillo, incorrecto, sin perspectiva. Rasgo característico de la miniatura mozárabe es el predominio en las composiciones de tonos brillantes y colores llamativos; un cromatismo fuerte y original, inexistente en el resto de la miniatura medieval. Pero tal vez el rasgo más original sea la búsqueda de tensión espiritual y dramatismo, que constantemente preocupa al artista mozárabe. Utiliza para ello medios sencillos, simplistas incluso, tales así, la representación de rostros con ojos desorbitados de mirada alucinada, pero a la vez espontáneos y muy expresivos. Todo ello traduce sin duda la espiritualidad especial de aquellos hombres, las preocupaciones de una época de peligros y dificultades y de intensa y sencilla religiosidad.





Los textos decorados responden a varios tipos: Biblias, repertorios conciliares y, sobre todo, el Comentario del Apocalipsis, redactado en contra de la herejía adopcionista por Beato, monje de Liébana a finales del siglo VIII.

Algunas miniaturas que han llegado hasta nosotros fueron realizadas en territorio musulmán. Se habla en este sentido de una escuela sevillana, caracterizada por el intenso arabismo de su estilo y de la que la Biblia Hispalense es el ejemplar más notable.

La mayoría, sin embargo, fueron realizadas en tierras de cristianos, en los reducidos escritorios de los monasterios que iban poblando el valle del Duero.




Las investigaciones destacan la personalidad de uno de estos pintores, el monje Magius, autor del Beato Morgan (conocido también como Beato Thompson por el nombre de su antiguo propietario).


 Trabaja a mediados del siglo X y en su obra aparecen bien perfilados los rasgos estilísticos y muchos de los motivos iconográficos de la miniatura mozárabe. Discípulo suyo fue otro monje, Emeterio, autor, entre otros, del también notable Beato de Gerona. Dignos de citarse son también el Beato de Távera, iniciado por Magius y concluido por Emeterio, y el de Burgo de Osma.


                                        Beato de Magius

Entre las Biblias destacan las leonesas, la de la catedral y la de San Isidoro. 

Códice Emilianense

Entre los códices con actas conciliares debemos citar el Albeldense y el Emilianense, ambos del siglo X y con un estilo distinto al de los Beatos, más estilizado, con figuras de alargadas proporciones, más sabio y tal vez menos espontáneo.